El pasado miércoles 17 de enero tuvo lugar el III Encuentro Conviviendo Delicias, en el que volvimos a juntarnos personal laboral y voluntario de diversas entidades del barrio Delicias de Valladolid. En esta ocasión, lo hicimos para reflexionar acerca del sentido de la acogida en el barrio, desde una óptica de los derechos humanos y para la convivencia en una sociedad sana.

Al principio, y al mismo tiempo que nos presentábamos, se repartió una copia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), de la que leímos diversos artículos, y una de la intervención que hicimos en un Pleno Municipal del Ayuntamiento de Valladolid en favor de la acogida en el barrio.

Grupo de personas sentadas alrededor de una mesa

A continuación, pasamos a la primera dinámica, en seis grupos de trabajo.

Para ello, se repartieron palabras a cada grupo, escogidas de la intervención antes mencionada, y se les pidió que las plasmaran en un mural desde una perspectiva del barrio: Se podía, por supuesto, aumentar el número de palabras, no utilizar todas, ordenarlas de diversas formas.

Estos fueron los resultados:

Cada grupo explicó su mural, en los que hubo muchas similitudes, pero también importantes diferencias en las prioridades y en los relatos. Necesidad de coordinación, de un trabajo cotidiano, de formación, de apelación a las administraciones, de implicación y de responsabilidad, eso parece que todo el mundo lo tiene claro.

Grupo de personas en pie, mirando hacia una persona que señala una puerta sobre la que hay fijada una cartulina
Grupo de personas en pie, mirando hacia una persona que señala una pared

La segunda dinámica partía de una hipótesis de trabajo: declarar el barrio Delicias como «barrio de acogida»; el objetivo era que esta hipótesis ficticia nos ayudase a reflexionar sobre los retos que nos plantea, partiendo de la realidad en la que estamos, y establecer líneas de trabajo a corto y medio plazo.

Grupo de personas sentadas alrededor de una mesa

A partir de todas las reflexiones compartidas durante la tarde, finalmente establecimos varias líneas de trabajo que nos parecían necesarias, aunque habrá que calibrar bien la fuerza que tenemos para ello:

  • Implicar a más gente.
  • Sensibilización hacia la gente a la que normalmente no llegamos.
  • Formación interna.
  • Encuentros entre las personas de las asociaciones y entidades.

Todo esto desde la coordinación con las administraciones o, cuando sea necesario, la denuncia.

Nos volvemos a ver en breve para concretar fuerzas, posibilidades, líneas de acción, procesos y actividades.

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