por Alejandro Delgado Chazarra, vecino del barrio

Comunicar a la vecindad el centenario del asentamiento de la familia Chazarra Llanos en la vivienda 23 de la calle Tranque constituye para su cuarta y quinta generaciones un deber que tenemos con los vecinos de siempre y una obligación moral para nuestros antepasados, Paco y Emilia, que decidieron adquirir este inmueble para realizar su proyecto de vida cuando su hija Domitila nació. Para entonces, ya habían tenido a María y a Emilina; a ellas tres se sumó Luisa pocos años más tarde.

Paco quería que sus hijas disfrutaran del aire libre, y por eso eligió un barrio cercano a su trabajo en los talleres del ferrocarril. La calle Tranque, en aquella época, era la última calle de las Delicias, y comunicaba con un espacio abierto donde proliferaban las huertas.

cinco generaciones de mujeres
Vecindario: dos familias, seis generaciones

Al menos para nosotros, este centenario constituye muchas “vidas enteras”. Gentes que conocimos y nos acompañaron en trances muy duros; gentes que siempre nos mostraron su agradecimiento por nuestros pobres servicios prestados; gentes de las que aprendimos la generosidad, el respeto personal en la diversidad ideológica, ejemplos de honradez profesional, cuya amistad surgió en el ejercicio de su profesión.

De todas ellas, algo nos quedó en la casa, y de ellas aprendimos muy pronto tanto a reír como a llorar, acompañar, comprar y vender, prestar… Fuimos educados en medio del agradecimiento, donde los vecinos fueron los propios actores de una sempiterna comedia humana donde el drama alternaba con la risa en el escenario de la vida diaria. Por todo ello, hacemos extensiva esta misiva a aquellos con quienes vivimos y crecimos.

En el huerto de la casa…

La casa 23 de la calle Tranque fue morada hasta 2006, fecha del fallecimiento de Domitila, que vivió allí toda su vida, en medio del jardín de la casa al que tanto afán y cariño dedicó junto a su madre, y en el que desempeñó su profesión de maestra, que tanto amó y por la que tanto fue apreciada.

Niñas y niños de la escuela de "La Domi"
Niñas y niños de la escuela de «La Domi»

Ya deshabitada, y más tarde derruida, solo queda en pie la fachada de este edificio testigo de tanta vida.

  • Imagen del rótulo que anuncia los cien años: 1920-2020
  • La casa hoy en día, poco más que la fachada

Esta y no otra actitud nos ha llevado a saludar a la vecindad del barrio con este rótulo, “1920-2020”, colocado sobre la puerta de entrada de la casa; así comunicamos nuestro gozo de centenarios a nuestros vecinos, entre sonrisas y lágrimas, en la elocuencia del silencio de quienes ya no están y la esperanza en un futuro para la prosperidad de las generaciones venideras.

Un comentario sobre “Chazarra Llanos. Cien años de un proyecto familiar en Delicias

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